Marcos Peña recibió este jueves al presidente del Centro Islámico de la República Argentina, Aníbal Bachir Bakir, quien le recriminó el despliegue mediático que el gobierno montó en torno a la detención de dos jóvenes por supuestos vínculos con la organización libanesa Hezbollah.

"El residente Bakir expresó al Jefe de Gabinete que un sector importó, una vez más, a nuestro país el conflicto de Medio Oriente, el cual es ajeno totalmente a los intereses argentinos. Este conflicto armado intencionalmente lo hicieron estallar en el hogar de la Familia Salomon, una tradicional familia argentina honorable y trabajadora", afirmaron las autoridades del Centro Islámico en un comunicado difundido tras el encuentro.

"Esto nos alerta como Comunidad Islámica Argentina, quienes desde hace décadas colaboramos intensamente para el crecimiento de nuestra Patria", continúa el texto y advierte que "nos preocupa que éstos sucesos continúen afectándonos; siendo que todos los miembros que conformamos nuestra fe, somos gente de respetable honorabilidad".

Preocupación en la Embajada de Israel por el manejo oficial del caso de los "seguidores" de Hezbollah

Peña se vio forzado a poner paños fríos en una situación que escaló luego que el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, desplegara su habitual amplificación mediática en torno a la detención de los hermanos Abraham Salomon, como suele hacer en sus operativos anti narco, que hasta la propia Lilita Carrió cuestionó. Sólo que esta vez se trató de una situación mucho más delicada como es la lucha contra el terrorismo y el conflicto de Medio Oriente.

Por eso, como informó LPO, la manera del gobierno de manejar la situación causó incluso incomodidad  en la embajada de Israel, donde no toleraron que se filtrara que la denuncia habría sido realizada por la DAIA.

Incluso, el abogado de los hermanos Salomon anunció luego de las detenciones que avaluaba presentar una denuncia contra el estado argentino por "persecución" de la comunidad islámica.

Peña se vio así forzado a intervenir en el conflicto y este jueves garantizó que "desde el gobierno respetamos y apreciamos a la comunidad islámica. Los argentinos nos enorgullecemos de la diversidad que nos caracteriza y valoramos el diálogo que supimos conseguir".

Las palabras del jefe de Gabinete apuntaron al corazón del incidente. Desde la comunidad árabe consideran que el Gobierno intentó agitar de manera innecesaria un conflicto muy sensible entre dos comunidades que en la Argentina conviven en paz.